«Un rescate necesario». Revista Vivienda y Decoración, 3 de junio de 2023

Urgente, esencial y necesaria es la función que está cumpliendo la plataforma digital Pintura Chilena, según sus creadores, Solène Bergot y Pedro Maino. Este repositorio de colecciones públicas y privadas presenta de manera accesible y democrática un patrimonio pictórico desconocido por muchos, un legado artístico nacional en riesgo de perderse si no se registra y pone en valor.
Texto, María Cecilia de Frutos D. Retrato, Carla Pinilla G.

 

La mayor parte del patrimonio pictórico nacional se encuentra en manos de privados. Personas que, con más o menos conciencia, son custodios de un valioso legado artístico que es ignorado por una gran mayoría. Por esto, se hace necesario llegar a esas colecciones para que se conozcan, sean accesibles y, en un futuro cercano, no terminen perdidas. Es una de las funciones que cumple el sitio web pinturachilena.cl, un repositorio que ha logrado reunir buena parte de esas obras, así como las que se encuentran en instituciones públicas.
El proyecto fue creado por Solène Bergot, historiadora y directora del Magíster en Historia UNAB; y Pedro Maino, editor y gestor cultural, quienes en diciembre lanzaron esta página con 500 piezas y hoy ya cuentan con 1.148, a la vista de todos, con imágenes de excelente calidad y resolución. Si bien en un principio pensaron centrarse en las colecciones privadas, cuentan que, con el fin de abarcar un conjunto unitario, se ampliaron a las de museos y salas públicas del país: “La plataforma busca vincular estos dos mundos y hacerlos dialogar. No tenía sentido disgregar la obra de un artista por el origen o estado actual de esta”, dicen.
La primera etapa fue lograr publicar la mayor cantidad de pinturas posible, abocándose a las que fueron creadas entre el siglo XIX y primera mitad del XX, por autores chilenos o extranjeros que crearon escuela o dejaron una huella importante; artistas de renombre y otros muy poco conocidos; también, mujeres que tuvieron una trayectoria destacada, como Ana Cortés o Henriette Petit, y algunas que, después de casadas, siguieron con la pintura, pero no de manera profesional, como las hermanas Mira. “Hace poco nos llegó un cuadro de Pedro Lira, el retrato de la hija de Magdalena Mira, que está intervenido por ella”, comentan.
Lograron vincularse con valiosas piezas que guardan instituciones como el Banco Central, la Biblioteca Nacional, el Palacio Cousiño, el MNBA o el Palacio Vergara, entre otros. Y el desafío fue contactar a los distintos coleccionistas privados y generar confianza en la labor de esta plataforma. “Había que convencerlos de por qué es relevante que sus colecciones también estén en esta página. Y de paso quebramos la imagen de que sean cerrados, porque nos hemos topado con muchas personas muy colaborativas y que sí se sienten custodias de un patrimonio. Es importante que tomen conciencia de que las obras se aprecian solo en la medida en que circulan; el patrimonio requiere ser gestionado, actualizado y difundido”, explican.
Más allá de visibilizar, documentar y poner en valor estas piezas, para Bergot y Maino la labor que hacen tiene una cuota de necesidad. “Es algo esencial y urgente, además de congregar un patrimonio que estaba disperso; un alto porcentaje de los coleccionistas posiblemente no podrá transmitir a su descendencia ese amor o admiración por las obras, y estas quedarán en riesgo si no se administran bien, por desconocimiento y falta de información más que nada”, afirman.

–Por ejemplo –agrega Maino–, buena parte de la Generación del 13 hoy no tiene precio de mercado y se están vendiendo los cuadros por los marcos y la pintura se pierde. Nuestra tarea es que con artistas como esos, desconocidos, al entrar a nuestra página se
encuentren 10 o 12 obras y la gente pueda hacerse una idea de su trayectoria.
Junto con la conservación, la difusión es otra de las funciones de este proyecto y forma parte de la segunda etapa, que están comenzando. Quieren explotar el potencial que existe en este conjunto de pinturas, creando una programación digital que incorpore estrategias para llegar a nuevas audiencias, en especial a estudiantes. Entre ellas está el desarrollo de animaciones, piezas audiovisuales, aplicaciones y modos de interacción para interesar a públicos diversos. “También buscamos ser una plataforma que contribuya y potencie la experiencia de las salas de exhibiciones y museos. Que podamos trabajar en conjunto en la realización de muestras virtuales y generar tácticas de mediación innovadoras; y que ayudemos a la promoción de la colección de las instituciones públicas”.
En la página de Pintura Chilena se pueden apreciar todas las obras ordenadas por autor, colección, género pictórico y locación, además de información adjunta, como documentación, biografías, catálogos de exposiciones o artículos de prensa; y a través de ella se invita a participar a quienes quieran incluir obras o colecciones: “La idea es que se cree una red que se va ampliando progresivamente”, agregan.

 

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